La Vejez Una Buena Etapa
Es importante desechar la idea de que ciertas cualidades y emociones son propias y exclusivas de la gente joven. Es sumamente común escuchar frases como “soy mayor, pero de espíritu joven” o “me siento feliz como si tuviera 20 años”. En cambio, es sano pensar que la felicidad, la alegría y el entusiasmo pueden experimentarse y se experimentan a cualquier edad, sólo hay que decidirse a vivir estas emociones con plenitud.
Para nadie es desconocido que la vejez conlleva limitaciones, que las hay sin duda. No obstante, para muchos, esta etapa puede ser sinónimo de libertad:
Es la etapa en la que ya no hay que complacer a nadie.
Es el tiempo de comprobar los afectos definitivos.
Ya no hay espacio para las relaciones impuestas o por conveniencia.
Los horarios ya son relativos.
Se está libre de conflictos sexuales, de luchas y competencias.
Puede entonces volcarse la mirada hacia adentro para explorar el mundo interior sin distracciones y agradecer tanta riqueza y oportunidades. Y con esa paz silenciosa, emprender una rutina colmada de lujos.
Cuando tomamos la decisión de llegar a la vejez con una vida plena hasta el último aliento de vida, podríamos llegar a transmitir una imagen de vejez que sea envidiada y deseada.